Venía durante una semana Radio Nacional de España a Santander, con motivo de hacer participar a varios colectivos y alumnos en la temática de la discapacidad. Y como integrante de AMICA fuí invitado a un programa de entrevistas a tres personas con discapacidad y un profesional del tratamiento con este tipo de personas. Las personas asistentes a esta sesión de radio nos encargamos de hacer preguntas, cual periodista acreditado, a una de estas tres personas con discapacidad. Era la primera parte del programa.
De los allí presentes nos agrupamos y procedimos a elaborar la entrevista a nuestra asignada. Era una santanderina de 50 años que desde los 27 había sido diagnosticada una enfermedad degenerativa de la musculatura y estaba en una silla de ruedas. La exposición de su situación fue muy enriquecedora ya que explicó cómo la revelación de su enfermedad la encorajinó en su día a día. Hasta el punto que, lo había sido una vida hasta entonces de falta de autocomprensión hacia su torpeza en el desenvolvimiento diario desde la infancia, se convirtió en una mejora de su vida familiar, por ejemplo. Ella se había separado de su primer marido cuando fue diagosticada y rehizo su vida con mucho más éxito desde entonces.
Habló también de la responsabilidad que asumió, en principio, su hijo y cómo, a medida que ella tenía más independencia en el manejo de la silla de ruedas, éste pudo vivir de nuevo su vida adolescente. Según sus propias declaraciones, ella empezó a vivir cuando se enteró de su enfermedad.
Otra entrevista fue también a otra persona en silla de ruedas, que era una colaboradora habitual en Radio Nacional de España. Ella expuso también su día a día, más dificultoso que el de nuestra interlocutora, puesto que tenía una movilidad más reducida. Habló de la importancia de tener en cuenta las opinión de las personas con discapacidad en el devenir de la vida social de la región y España. Lo importante que sería eso para la concienciación de todos los integrantes de la sociedad, creándose así una sociedad mejor.
La última entrevistada fue una persona con discapacidad intelectual que iba a empezar a trabajar en una de las lavanderías de AMICA. Explicó lo importante que era para ella tener un trabajo. Su objetivo principal era conseguir poco a poco más independencia.
En la segunda parte del programa, habló el profesional. Desde su experiencia, habló de romper el estigma, por cuánto afecta éste a las personas de este colectivo y la valía que supone hacer el esfuerzo de superarlo en el día a día. Para sorpresa de muchos, se confesó persona con discapacidad también y dió ese enfoque tan valioso de tener las dos perspectivas: la del discapacitado y la del profesional que los trata. Fue preguntado, por ejemplo, cómo veía a la juventud relacionado con la temática y, en un alarde, respondió "como decía Churchill,no conozco a cada uno de los jóvenes y, por tanto, no es merecedor de crearse prejuicios".
Mis compañeros de la entrevista pudieron valorar sociológica, psicológica o periodisticamente los relatos allí contados, pero el valor de la dignificación constante y el afán de superación ponen relativizado nuestros conceptos diarios con los que nos desenvolvemos: un agitador de conciencias que no nos hace sino bien e ir más allá, coger el gusto a estos saltos de calidad humana.
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